lunes, 19 de octubre de 2015

Coco Chanel

Coco Chanel, es una leyenda. De esas que cuando dejan este mundo, se llevan un poco de su brillo. Hace más de 40 años que se fue. En este tiempo Karl Lagerfeld ocupó su trono, y aunque casi logró llenar sus zapatos, también algún día se  irá. Es probable que con él, se vaya uno de los últimos diseñadores de la vieja escuela. Ochenta y dos años se gasta Karl, ochenta y siete se gastó Coco.



Gabrielle Chanel, es un hito para todo amante de la moda, y es exclusivamente merito suyo. Nacida en la total pobreza, perdió a su madre de niña y su padre la relegó a un monasterio. Allí aprendió a coser, bordar y planchar. 

Esos primeros años de su vida la condicionarían para siempre. Las líneas simples, lo minimalista y lo austero que identificaban ese lugar, marcarían sus diseños para siempre. Chanel se creo a sí misma, y durante toda su vida, contaría diversas historias de sus orígenes con el único fin de endulzar una infancia triste.

No pudo tener hijos, pero lo compensó con diversos amantes. No amo a todos, por el contrario, uso a muchos... En un momento histórico dónde una mujer no podía terminar de valerse por sí misma, ella buscó el patrocinio de esos hombres que se desvivían por su carácter fuerte y decidido. Y con su ayuda fundó su imperio.


Ambiciosa, hiperactiva, perfeccionista, fue leal a su única pasión. Si es verdad eso que dicen que sólo tenemos un verdadero amor en la vida, el de Chanel fue la moda. Y fue lo único que no se permitió traicionar. Luego de la Segunda Guerra Mundial, se retiró a Suiza, donde paso muchos años esperando que el mundo olvide algunas de sus buenas relaciones con los nazis.

Pasó quince años lejos de la industria. Hasta que hastiada de las nuevas tendencias impuestas por hombres, entre ellos Christian Dior, salió de su autoencierro y lanzó su nueva colección. Ella ya tenía 71 años por aquel entonces, pero las vacaciones se habían extendido demasiado y el aburrimiento la estaba matando. Los franceses no pudieron olvidar la traición de la Guerra, y su regresó tuvo muy poca aceptación en su país de origen.

Chanel los miraría por sobre sus anteojos, y volvería al ruedo logrando imponerse en Estados Unidos y Reino Unido. Vogue la condecoraría “La rebelde solitaria de la moda”. Y ella asentiría.


Las batallas de Coco las libaría sola toda su vida, perdería al único hombre que amó a manos de un infarto, antes de un partido de tenis, y no tendría descendientes. Trabajaría hasta el último día, a pesar de la artritis, y seguiría alfileteando sus prendas con la misma tenacidad que media década atrás. 

Un día, después de un largo paseo se sintió mal y se fue a dormir. “Bueno, así es como se muere” dice la leyenda que fueron sus últimas palabras. Nunca despertó.

Yo creo que la leyenda fue ella entera.


2 comentarios:

  1. ''''....perdería al único hombre que amó a manos de un infarto, antes de un partido de tenis...''''''????? Boy Capel murió en un accidente autovilístico! Informate mejor antes de publicar. Saludos!

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    Respuestas
    1. Menos mirar películas y más leer. Hablo de Paul Iribe.
      Lastima que publicaste como anónimo y no vas a salir de tu error.
      Besos.

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