jueves, 30 de abril de 2015

Amores Eternos


Ayer a las doce de la noche hablé con ella. "Sesenta años es mucho tiempo" le dije riendo mientras me duchaba con el teléfono. "Es una vida" me contestó. Y no pude evitar pensar que tenía razón... Hace 60 años Perón era presidente, no había pasado la Revolución Libertadora, no existían los Beatles, no habíamos ido a la Luna. El mundo como yo lo conocí no existía. La mujer recién empezaba a votar, y a nadie se le ocurría que una podía llegar a ser presidenta. La gente no se divorciaba, la revolución cubana todavía era un sueño.

Sin embargo ellos ya se amaban, como lo hacen hoy en día... El mundo tuvo que cambiar a su alrededor, resignado de que no podría pasar entre medio de ellos. Y el tiempo se resigno a que podía erosionar cualquier cosa, menos su amor.  Porque pocas cosas he visto tan hermosas como la forma en que mis abuelos se miran después de tantos años. Y a pesar de que soy de una generación que prácticamente no cree en nada, si existe el amor para toda la vida, tiene que ser eso... 

Y entre nosotros, les confieso, que cuando hoy vaya a visitarlos y vea en la mesa una orquídea, esa que religiosamente él le regala en cada aniversario, voy a saber que los cuentos de hadas existen. 

Felices 60 años de casados a las personas más hermosas que conozco!

sábado, 25 de abril de 2015

Felicidad después del Amor

- ¿Sos feliz?-
- Si, a veces. ¿Por qué?-
- Porque te veo más feliz.
- Creo que la clave es que soy menos infeliz-
- Te hizo bien separarte-

Si vuelvo a tener ese dialogo con alguien más me voy a vivir a Uganda y punto final. 

No, mentira. Si, me hizo bien separarme. Volví a tener sentido del humor. Es más dicen que en este último tiempo mis seguidores de Twitter se duplicaron, y mis amigos me ponen en el medio de una ronda para que humorice -con actuación incluida- lo bizarra que se volvió mi vida.

Todos quieren escuchar de mi última salida a bailar. De cómo termine pidiendo prestado a los gritos una batería de un Galaxy S4, a la salida de un after en el Álamo y le prometí matrimonio a la persona que me la prestó. 
Cómo fue que terminé bañada de alcohol. O cómo fue que terminé corriendo mi perro a las 2 de la mañana en camisolin por la calle.

Y uno se divierte. Por lo menos yo me divierto. Porque tengo "el Sindrome de Chandler Bing" no sólo no logro hacer que la gente retenga lo que estudio -No, no soy diseñadora de interiores, ni gráfica, ni estudio comunicación, y claramente no soy costurera-. Sino que además me resulta mucho más fácil hablar de mis problemas riéndome de ellos. Porque seamos sinceros a nadie le gusta caerse por patinarse con un tomate.

Pero sí, soy más feliz. Porque aprendí que la felicidad desbordada no tiene sentido si después la tristeza es igualmente de inmensa. Que divertirse con la vida está bueno, que quejarse con humor puede ser llevadero y que el que ríe último generalmente sigue riendo.

Cuando me separé decidí dejar de llorar, decidí dejar de ser victima, decidí hacer. Busqué cambiar de trabajo y encontré otro más acorde a lo que estudié. Quise cambiar de sede de facultad y sin siquiera patalear me dieron el pase. Decidí independizarme y encontré con quien.

Si, soy más feliz y saber que lo hice solita, mediante las decisiones que tomé, me hace aun más.

domingo, 19 de abril de 2015

Voldemort ha vuelto


Manual para Sobrevivir a una Separación III


Es completamente normal, me han dicho, que después de una separación uno inmediatamente pase a satanizar al ex. Hombres, mujeres, extraterrestres, todos coincidimos en que durante los primeros dos meses de cortar con tu pareja, este pasa a ser un especie de demonio sin alma, comparable con Hitler o los cazadores de brujas de la Inquisición.

Lo odias a él, a su nombre, a su color de pelo, a las marcas de ropa que solía usar y a la raza de perro que tenía. Porque te rompió el corazón y por asociación todo lo que tiene que ver con él merece ser erradicado del planeta Tierra. 

Te molesta que la gente lo nombre, o que te cuenten que está mal. Porque vos sos la que está mal! Vos sos la que llora por la noche abrazando al peluche que te regalo -si, vos y tu relación son un cliché- y la que en este último tiempo pasó a ser una versión humanizada de un panda con ojeras. 

También te molesta que te mande mensajes "porque no te deja en paz y busca hacerte sufrir", pero aun más te molesta que no lo haga porque implica, en tu mente, que ya te olvido y está haciendo la gran Brad Pitt: Casarse con otra y adoptar a sus chicos.

Pero tranquila, porque se te va a pasar. Un poco, tampoco la pavada. Si haces un poco de introspección te vas a dar cuenta que él no fue el único culpable de que no funcionara, y después de mucho meditar vas a lograr sacar algo en limpio de toda esa ruptura. Es ahí cuando tenes que dejar ir la bronca.

Porque el último en perdonar, es el último en olvidar. Y a nadie le gusta quedarse sólo jugando al juego de la silla.

lunes, 13 de abril de 2015

Loquita de Amor

Todos hemos conocido a una de estas chicas. Que con el tiempo y sin la correspondiente terapia probablemente terminen siendo mujeres locas de amor. 

A mi primer loquita linda la conocí en el secundario y era, sencillamente, encantadora. Se había enamorado perdidamente del chico popular de la escuela, que era aproximadamente 2 años mayor que yo, y uno que ella. Y aunque solía negarlo, todas sabíamos que en las hojas de su carpeta, entre hora y hora, llenaba los renglones con su nombre.

¿Cuál era el problema? Que para su total sorpresa e indignación, a pesar de lo muy linda que ella fuese, él no le daba ni cinco de pelota. 

Y esa loquita linda, paso a ser una loquita media loca. Lo esperaba en la esquina del colegio, a la salida de educación física, averiguaba a donde iba a ir a bailar para ir ella también y obligaba a todas sus amigas a seguirla. Le saboteaba las citas, las salidas con otras chicas y odiaba con pasión a Carla, la mejor amiga de su autoproclamado amor de la vida. Porque tenía todo lo que ella consideraba, que por derecho divino, merecía tener. A él. 

Se paso el último año de la secundaria volviéndolos literalmente locos, siguiéndolos por los pasillos para ver que hacían, entrando al baño atrás de ella para mirar lo que se ponía, imitando sus cortes de pelo, sus gestos, todo. Pero Martín jamás la miró, y ella desperdició su viaje de egresados revisándole a él, el Fotolog. Si, todo muy 2006.

Se recibió Martín, se recibió Loquita y al tiempo me recibí yo. Fotolog pasó a ser Facebook, y ambos me agregaron como amiga. Martín y Carla siguen siendo mejores amigos, y Loquita sigue dándole "Me Gusta" a todas las fotos de él, menos a las que está con Carlita.

¿Será casualidad?

domingo, 5 de abril de 2015

Nadie se Muere de Amor

Te vas a arrepentir, me dijo y yo en el momento le creí. Porque es un clásico de todas las separaciones. Casi tan cliché como el “No sos vos, soy yo”. Pensé que iba llorar a mares, que me iba a faltar el aire, que se me iba a romper el corazón una y otra y otra vez. Creí que iba a morir de amor.

Y contra todos mis pronósticos, no fue así. Porque cuando uno pone toda la carne al asador, y luego se la come, se termina empachando. Algo así pasa con las relaciones. Si te la jugaste una y otra vez, si apostaste ciegamente, si te expusiste al 100%, tarde o temprano te empachas. Y no queres ver un asado en tu puta vida más.

Algo semejante me pasó a mí, tanto me la jugué que cuando me separé ya no había nada. Metafóricamente hablando, agarré mis zapatos, miré para atrás y supe que ya no estaba enamorada de esa persona que tanto me había lastimado. Hubiese querido irme dando un portazo, porque a las mujeres nos encantan, pero ya ni ganas de eso me quedaban.

Me pude haber separado mucho antes, porque la relación venía en picada hace meses, pero uno hace las cosas cuando puede y como puede. Yo no me arrepiento del tiempo que me llevo valorarme y elegir cuidarme. No me arrepiento de haber hecho el duelo durante la relación, ni de haber estado completamente segura de que se hundía el barco antes de abandonarlo. No me arrepiento de ser así, apasionada e impulsiva, no me arrepiento de amar las causas perdidas, de apostar hasta el final.

Pero tampoco me arrepiento ni me voy a arrepentir de haberlo amado, chicos.  

Y como me dijo un amigo: "Tené en cuenta que nadie se muere de amor. Excepto los caballitos de mar". 

viernes, 3 de abril de 2015

La Amistad está Sobrevalorada

En serio chicos, estamos en pleno siglo XXI, las redes sociales gobiernan la comunicación y hoy es más importante tener seguidores que amigos reales. Porque si Descartes fuera de esta época la frase célebre hubiese sido: “Me likeas y después existo”.

Los amigos te quitan tiempo de twittear exigiéndote pasar tiempos con ellos. Suben fotos tuyas a las redes sociales que arruinan la imagen que hasta ese momento estabas intentando trasmitir. Boicotean tus estados de Facebook recordándote que hace tres años tenías un pensamiento político distinto o que juraste nunca usar bucaneras. Y encima se complotan con tus viejos para escracharte constantemente de todas las formas preconcebidas y algunas nuevas también.

Y si esas no te parecen suficientes razones, también están todas las que se aplican a un posible candidato.

Mis amigas boicotean aproximadamente el 85% de mis relaciones, porque según ellas sólo merezco lo mejor. Y en ese concepto no se encuentran los psicópatas, los neuróticos, los adictos, los mujeriegos, los extraterrestres y los femicidas. Por lo cual mi abanico de posibilidades se ve considerablemente reducido.

Además, si logro encontrar a alguien que no aplique a ninguna de esas características lo taladran a preguntas, lo obligan a presentarles a sus amigos y le hacen un análisis de sangre para chequear algún tipo de anomalía. Así que si tenes amigas: Felicitaciones! Básicamente estas condenada a morir soltera.

Y ni hablar si tenes una entrevista o un parcial. Te meten la idea de que sos la última Coca Cola del desierto y que te va a ir bien; bajo un único e irrefutable argumento: Sos su amiga. ¿Cómo te puede ir mal? Logrando que una vaya por la vida derrochando seguridad y autoconfianza, porque si ellas te lo dicen no puede estar equivocado.

Por lo cual mi consejo es: Pensá antes de tener amigos. Para mí ya es tarde, hace 10 años que tengo de amigas a las locas más lindas de Argentina. Pero quizás vos todavía estés a tiempo de morir sólo abrazado a tu celular.

Las quiero!


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